SYMBOLUM.
Del cantero las andanzas
a la vida se asemejan,
y su esfuerzo es comparable
a los afanes del hombre
sobre la haz de la tierra.
El porvenir encubre
Dolores y alegrías.
Paso a paso, marchamos
hacia delante siempre,
sin que el temor nos rinda.
Allá, a lo lejos, muéstrase
imponente una cúpula,
sobre la cual, arriba
reposan las estrellas;
y abajo, en paz, las tumbas.
Miradla atentos; veréis
cómo erráticos temblores
y hondos, graves sentimientos,
en el pecho de los héroes
se despiertan al momento.
Mas no haya temor; que arriba
están llamándoos las voces
de los genios y maestros:
“No perdáis tiempo, mortales,
servid al bien con denuedo”.
Aquí, en silencio perenne,
téjense bellas coronas,
que habrán de ceñir las sienes
de quien por el bien labora.
¡Animo, pues, y a la obra!
Johann Wolfgang von Goethe
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